Los espejos no reflejan igual, depende de donde se encuentren.
Mi cara es distinta, estoy turbado.
El perro del vecino no para de ladrar, me incomoda, sobra.
Los disfraces y el ketchup inundan las calles y botellonas de muertos y vampiros, esos que van robando hielos y vasos, completan el cuadro. No estaría de menos acuchillar a unos cuantos...para ver la diferencia entre esa sangre de pega y la sangre que se me pega en las mangas del pijama.
Las lentillas blancas me sientan bien, buscan los ojos del que los despedaza, asustados, nerviosos.El efecto de su adrenalina o la parálisis, dependiendo de la persona, le da un toque de indeterminación a cada encuentro.
Uno de esos encuentros fue anecdótico, conocía a la persona, recuerdo haber derramado una lágrima al darme cuenta, y pensé, joder, ni que estuviera cortando sangre encebollada...
Un blog para los amantes de los relatos, la poesía, las citas y la ciencia-ficción todo ello con un toque de pimienta.
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domingo, 31 de octubre de 2010
Nubes en la cabeza, tempestad incontenida de impotencia
Las nubes se despedían unas de otras en la dirección en la que yo andaba, como empujándolas con mis remolinos del pelo y también de la cabeza.
En ese andar nocturno en el que comienza el día y acaba el de uno, insinuaciones de la noche en cada esquina y callejón, afluentes orinos, que no oníricos, en cada contenedor, acompañantes en el olor de la penumbra, personajes de Hoffman y de leyendas urbanas parecen sitiar el alma desangelada de una persona con problemas, alcohol, drogas y mala suerte, chilla y cesa, tiene frío y no cobijo, no siento repugna, tampoco lástima, frustación e impotencia serían más adecuadas, hay políticos y banqueros que consideraría indeseables antes que cualquier borracho que no tenga ni donde dormir.
Asisto atónito ante una evidencia de esas que se me ocurren por la noche, de esos juegos de palabras y verdades que encierran sentido en mi vida, y es que de pequeño siempre me decían que ya entendería cuando fuera mayor pero ¿que ocurre cuando son los mayores los que no entienden?
Se me viene a la memoria el vídeo que hicieron a la representante de un grupo idealista de jóvenes, estaba integrado por muy pocas personas y de edades en torno a los 13 -14 años, silenció a representantes de todo el mundo en un congreso con una gran maniobra, discurso épico junto al factor sorpresa, lo tenía todo, pero tuvo razón en todo lo que salió de su boca, lo dejarían correr, y es que cuando el río suena, es porque hay idealistas que se ahogan en esa política de la ignorancia, económica, sustentada por políticos con miedo a perder escaños, a arriesgarse a hacer algo,con miedo de cambiar el mundo...
Hoy no he paseado, estaba lloviendo. Nunca llueve sobre mojado, la política es la misma desde hace más de 20 años, los borrachos que se mojan con la lluvia si son distintos, otros pasan a mejor vida, donde la ceguera de tantos y tantontos no está.
viernes, 29 de octubre de 2010
El regalo de mañana
Que equivocación aquella del dicho, "no por mucho sonreír amanece más temprano" ... ignorantes al sol de su sonrisa.
Cuando ni las calles están puestas en la temprana mañana, ella sonríe y comienza el día, suave,pizpireta y coscona, tiene algo de melosa que endulza y atrapa, también sugiere quedarse atrapado a ella.
Cuando uno se siente a obscuras, su contorno viene a la memoria y enciende velas camino al cielo, constelación en el firmamento, lazarillo de cielo del camino a la alegría...
Cuando las curvas arriba y abajo se funden, tacto de canela y adictiva como el café, tiramisú de limón de caricias, como diría Woody Allen, muy simétrica, como diría yo, muy poética.
La duda en la cabeza, su sonrisa nada menos o ella, ¿que describo? cuando pienso en ella me viene una sonrisa, cuando veo una sonrisa pienso en ella, cuando la veo a ella y su sonrisa no pienso en nada más porque no hay más en que pensar, es un hecho, la echo de menos mas no por ello entiendo el por qué lo siento, y no me lo preguntes, porque poesía eres tú.
Cuando ni las calles están puestas en la temprana mañana, ella sonríe y comienza el día, suave,pizpireta y coscona, tiene algo de melosa que endulza y atrapa, también sugiere quedarse atrapado a ella.
Cuando uno se siente a obscuras, su contorno viene a la memoria y enciende velas camino al cielo, constelación en el firmamento, lazarillo de cielo del camino a la alegría...
Cuando las curvas arriba y abajo se funden, tacto de canela y adictiva como el café, tiramisú de limón de caricias, como diría Woody Allen, muy simétrica, como diría yo, muy poética.
La duda en la cabeza, su sonrisa nada menos o ella, ¿que describo? cuando pienso en ella me viene una sonrisa, cuando veo una sonrisa pienso en ella, cuando la veo a ella y su sonrisa no pienso en nada más porque no hay más en que pensar, es un hecho, la echo de menos mas no por ello entiendo el por qué lo siento, y no me lo preguntes, porque poesía eres tú.
martes, 26 de octubre de 2010
Nombre propio
Mujer. La historia que hoy escribo tiene nombre propio, porque no hay mejor comienzo posible.
Mujer, por el carisma que busca y que encuentra entre marañas y líos de cables de objetos inalámbricos, lo encuentras donde no lo hay, y donde hay ahí no buscas por miedo a enamorarte e incluso vértigo y pánico a no manejar una situación a priori descontrolada, ya sea por la excentricidad o por el deseo, la inexactitud de un futuro junto a él, por creer cincelar el aire cuando se puede hacer poesía en la escultura, miedo a perder.
Mujer, por la indiferencia e interés hacia él dependiendo de la ocasión, gata del pescadero, que come, no deja comer aunque a veces parezca invitar, y araña el tiempo y las ganas del gato que la pretende.
Mujer, que sin saber de la existencia, habida y menos todavía, por haber, te mueves autómata en el ruido mundano, imágenes sin guiño a nada ni a nadie y menos a mí, guiño mío a la rutina.
Mujer, por el carisma que busca y que encuentra entre marañas y líos de cables de objetos inalámbricos, lo encuentras donde no lo hay, y donde hay ahí no buscas por miedo a enamorarte e incluso vértigo y pánico a no manejar una situación a priori descontrolada, ya sea por la excentricidad o por el deseo, la inexactitud de un futuro junto a él, por creer cincelar el aire cuando se puede hacer poesía en la escultura, miedo a perder.
Mujer, por la indiferencia e interés hacia él dependiendo de la ocasión, gata del pescadero, que come, no deja comer aunque a veces parezca invitar, y araña el tiempo y las ganas del gato que la pretende.
Mujer, que sin saber de la existencia, habida y menos todavía, por haber, te mueves autómata en el ruido mundano, imágenes sin guiño a nada ni a nadie y menos a mí, guiño mío a la rutina.
martes, 19 de octubre de 2010
Intranquilo
Pecho intranquilo donde reposa la ausencia de suerte en el amor que ronda la consciencia, frecuentándola y desinteresando a esta por cualquier otra carta en el tapete de mi vida, llora la cebolla al verme, incompleto, incomprendido y no comprendiendo nada, pasa el disco por la púa, leyendo el sonido del silencio de mi compañía mientras Sam se empeña en tocarla otra vez.
Caja de resonancia para que a manadas pasen sin hacer ruido dentro, y cuando suena, ya no están para escuchar la melodía o sordera inoportuna, inexorable llega de nuevo, el silencio.
Caja de resonancia para que a manadas pasen sin hacer ruido dentro, y cuando suena, ya no están para escuchar la melodía o sordera inoportuna, inexorable llega de nuevo, el silencio.
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