La suavidad de un beso de algodón dulce que se arremolina en tu pecho, difusión simple al profundo, los poros dejan paso, reverencia por beso. Todo llega.
Hoy es Lunes, comienzo de semana, de un nuevo mundo en tus pozos de hidromiel. No veo el fondo de esos ojos, ni el mañana, pero tienen esa tranquilidad que me deja pegado y esa simpleza y dulzura que me embriagan. Parece habitable. ¿Que hay de mañana?
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