Nubes de un gris y verde oscuros,falda, el cielo todo pleno de azul marino con matices índigos y purpúreos donde el cielo parecía estirarse, manto que acompañaba, sin cubrirla. Luna. Luna de Cómic.
Sola en mitad de la noche, noche partida en mitades en torno a su círculo, círculo, pliegue de la luz que faltaba en las dos mitades de noche, brillante, color de luz que quedaba marginado en la noche, entre el puro brillo y el brillo de la ausencia de brillo, límite de luna, límite limitado por ser distinto, como la luna misma. Uno y único, singularidad totaxial, de lo singular no había nada que ofrecer a la totalidad de la noche, ordinaria, simple y a la vez profunda en su vastedad, abrumadora, incomprensible, por no ser distinta, por ser igual al resto de la noche.
La luz esconde la presencia de fondo, la Luna lunera de Cómic esconde su finitud esférica. El fondo sin fondo de paisaje nocturno no esconde, solo la negrura de unos ojos sin brillo tapan la ausencia.
¿Dónde mirar? ¿Buscar la oscuridad, la cara oculta de la luna más brillante? ¿o el brillo más pequeño en la noche vacía de estrellas? Los imposibles. Lo fácil, la bella estampa. Luna de Cómic.
Fdo. Un Tal Dobo Canega
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