Hace ya un tiempo que no escribo, pero habito el hábito de tratar de no perderme a pesar de que pase el tiempo. Corazón loco, futuro de no vacía intriga y derrotista día a día salvado a empujones de confianza en el que no confía en sí mismo, pensamientos indómitos que me acechan en cada vuelta de esquina y en cada vuelta de hoja, y que cada vez más cuesta darles la vuelta a las tortillas. Historias sin resolver.
F.H.B.