Saber convertir las ilusiones en una feria es un arte. Todos pueden ir y bailar con ellas, tomarse una manzanilla y airear el polvo de estas con su taconeo. También llegar a una feria de ilusiones de otra persona puede hacer ilusión. Estar invitado a la caseta y que su ilusión sea que seas invitado y bailar con ella, aunque no le convenza la feria de Sevilla, me haría ilusión, que no ilusiones. El cuerpo pide feria, la feria pide de tus ilusiones, ilusiónate, fériate.
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