Era la primera vez que entraba en La Tienda, y es que era La Tienda, ya que desde que comprendió aquello todo concepto de real cambió.
Al principio le pareció que aquellas cosas eran simplemente extravagantes, que la tienda era una alegoría de la bohemia hecha fuente de dinero. Desde cajas fuertes que guardaban cintas de 35 mm de perfopoesía hasta una extraña botella de cristal. Se fijó en esta última:
- Perdone, ¿qué es lo que tiene dentro esta botella?
- Un estuche.
- ¿Un estuche?
- Sí, y dentro del estuche hay un bolígrafo.
- Que curioso, me recuerda a las muñequitas esas rusas, que va una dentro de otra.
- Pero eso tiene un final, llega un punto en el que no hay nada más, la idea de esta botella es romper con eso,la botella contiene al estuche, el estuche al bolígrafo y el bolígrafo contiene cualquier cosa, cualquier historia por fantástica y real que pueda ser, como esta tienda. No es el Bahamut de Borges.
- No lo dudo, pero el bolígrafo se quedará sin tinta ... no se puede evitar, es como la muerte.
- Usted decide si le cambia la tinta, usted decide la historia que escribe, y si muriera, el bolígrafo continuaría ahí y si alguien quisiese seguir escribiendo y cambiando su tinta cuando se gastase aunque pasase mucho tiempo hasta que se reutilizase, no habría final escrito para el bolígrafo... es la infinidad de lo finito, la simplicidad de lo cambiante, la voluntad de lo humano reflejada a lo largo del tiempo, la vida de lo inerte, lo potencial de la existencia real es algo inimaginable o impredecible.
- Entiendo, y ¿cuánto cuesta?
- Poco, una vez lo has entendido, ¿sabe que? me alegra que te llamase la atención esta botella de Klein de cristal de bohemia.
- Perdona, ¿ha dicho botella de Klein? pero teóricamente no tiene exterior ni interior, ¿cómo puede contener algo?
-Es una representación tridimensional de la misma, se hace de manera similar a como se introduce un barco en una botella, lo que yo le diga, fantástico pero real, como La Tienda misma.
