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sábado, 23 de enero de 2010

La realidad dura un instante, lo que siento, eternidades.


El color rojo seducción de esa prosa no podía si no satisfacerme y animarme a buscar su onírica procedencia.
La prosa era bella y magnífica y así debía ser ella, pues solo can algo perfecto en la cabeza y en el corazón entiendo que se dediquen a engrandecer la literatura con tamañas aportaciones.
Parecían ser emanaciones de saber, belleza y sensualidad, incluso de seguridad, pero su fuente me era desconocida.
Por ello el camino del descubrimiento no podía ser si no placentero como cuando eres pequeño y te dan algodón de azúcar que hasta que no creces no ves como lo hacen en el puesto por tu escasa altura.
A mi no me hizo falta mucho tiempo para descubrir su magia.Ya me habían hablado de ella cuando la conocí, y cuando realmente empecé a conocerla he de de decir que todo lo que me dijeron eran medias tintas.
No estaba buena, ella era bella, atractiva y sensual. No era lista , ella era inteligente y currante. No es que se te cayera la baba y te pusiera nervioso estar con ella, es que te entraba por los cinco sentidos llenándolo todo. Ya no le escribía al amor, aquella prosa le escribía a un género mayor, le escribía a ella.

La casa de la antítesis.


La recién enviudada no cabía en sí. Lloraba y reía a la par, el amor, la vida, el desamor y la muerte.
Eran ricos que vivían como pobres.
Ella científica, él, hombre de artes. Sus hijos, un niño oriundo y regordete que parecía comer lo que su hermana famélica dejaba en el plato de este, como cebando a un pequeño cerdito. El pequeño a pesar de ser zoquete, tocaba virtuosamente el piano. La chica, de una imaginación desbordante no tenía músculos que acompañaran a su ingenio, y sus ideas ya le asqueaban, al verse, por sí sola, incapacitada para sus empresas. La viuda había ganado con los años, como patito feo convertido en cisne, él, tenía un busto majestuosamente campesino y en sus poesías confundía la noche y el día, lo que había desconcertado y fascinado a la baronesa, que con los años había perdido correa, pues, aunque más guapa, cada vez era más cúbica en sus pensamientos. Esa noche o ese día, se descorchó champagne sobre las coronas de flores y risas y lágrimas endulzaron y salaron el féretro.

sábado, 9 de enero de 2010

La alegría de mis besos.















Esa era la llamada sumisa
de mi corazón a tu sonrisa
Quiero ir deprisa
y me pierdo en el viento
en vez de ir más lento
y disfrutar de la brisa
y disfrutar del momento.
Que en cada,
sotamirada,
se vislumbra sentimiento.
Que mi autobús te busca en todas,
las paradas,
y no parará hasta que le salgan alas
y se pose suavemente en la cornisa
para que entres en mi mundo
Entra, mi hada,
y disfruta los segundos
que quieras
de sentarte en el asiento del conductor,
de ser la fiera de la carretera
y de tomarte mi mundo por montera.

Te regalo estos cosechados versos,
del agricultor.

Sin ti mi autobús es del inserso.
Eres la alegría de mis besos.

martes, 5 de enero de 2010

Quería que quedara claro...

No te pido que confíes en mí, pero confía en mí...

Tu eres mi alegría de cada día

Me siento egoísta y estúpido,la quiero, y quiero todo con ella, quiero sentir su mirada clavada en la mía y que me entienda y que sepa que sólo la quiero a ella, que sólo quiero con ella,que sólo pienso en ella. No se como expresar muchas cosas, dicen que lo inefable se explica con metáforas, pero ¿y si no te creen? ¿y si no confían en ti? ¿como hacerlo?
También quiero que me mire de nuevo, como siempre he sido, no como he sido en un momento.Tengo fallos, si, pero juzga de nuevo y decide si no soy de fiar, si soy trigo limpio,si te he fallado, si he hecho algo para no merecer tus labios,porque eres mi vida y fui yo quien me la quite, y en cambio casi siempre te he querido vivir,aunque no me creas o no confíes en mi.




Extracto de "Dame la mano y caminemos juntos" de F.H.B.

sábado, 2 de enero de 2010

¡Feliz Navidad Anónimo!


Crean o no en ello, los pájaros lo sabían, las nubes lo sabían y ella lo sabía.Pasada la tormenta viene la calma, eso dicen. Ya ha dejado de llover y las alegrías de las fiestas y de todo ameniza su vida, la de un pequeño idioto que tiene una sonrisilla socarrona al dormir estos días, que ya no ve las sombras que veía antes de si esto o esto otro, ese runrún que te baja de la cabeza al cuello simulando que se va y que luego vuelve a dar señales de vida a altas horas de la noche.
Pero ya está bien de hablar de ese pequeñajo que la quiere, y que...bueno, tantas cosas quiere vivir con ella.
Ella es única pero no como lo son todos y todas, si no virtuosa, inteligente, corazón y bella y atractiva a una sola vez. ¿Quién no la querría si al conocerla encima la descubriese mejor de lo buenamente esperado?, hasta los pájaros y las nubes se quedarían prendados...